Del 1 de Mayo al 29 de Mayo de 2022
Sala 2. Palacio Ducal de Medinaceli
Colectivo destinatario: Para todos los públicos
Catalina Ruiz Mollá (Valencia – 1969) Profesora Titular del Dpto. Pintura de la Universidad Complutense de Madrid. Doctora en Bellas Artes por la U.C.M, 1996. Presentada por el Departamento para el Premio Extraordinario de Doctorado. Licenciada en Bellas Artes. Universidad Complutense de Madrid. 1993. Además desde 2006 es Directora del Grupo de Investigación “El cuerpo en el Arte Contemporáneo” de la misma universidad.
Ha recibido importantes becas, tales como, la Beca de la Academia Española de Historia Arqueología y Bellas Artes en Roma, Especialidad Artes Plásticas (2001-2000); Beca de la Academia Española de Historia Arqueología y Bellas Artes en Roma, Especialidad Artes Escénicas (2001) y la Beca de Pintura Casa de Velázquez, Madrid, Otorgada por el Gobierno Francés en 1996.
Ha sido galardonada con diversos premios entre los que podemos destacar la Mención Honorífica Royal Premier, Torremolinos; el Premio Extraordinario Honorífico Cámara de Comercio de Paris, Colegio de España en Paris, Paris; el Primer Premio Arte Joven, III Edición, Fundación Universidad Complutense de Madrid; y la Medalla de Honor. XIII Premio de Pintura BMW. Academia de San Fernando. Madrid.
Sus obras están presentes en museos y colecciones de España, Francia, Hungría y EE.UU.
Extracto del texto del catálogo expositivo del presidente de la Fundación DEARTE, MIGUEL TUGORES.
El imaginario plástico de Catalina Ruiz Molla son representaciones intensas, como nervios lacerados, impulsos eléctricos en los que el color explota en formas insólitas. Derramándose chispeante, como si de una fiesta se tratara. Sus colores son el alma de las formas, expresa con ellos el movimiento y la contención. Yuxtapone rosas, blancos, fucsias, marrones… combinándolos armoniosamente, dejando entre ver la personalidad abierta y desenfadada de la artista.
Catalina ha encontrado un medio para expresar su mundo interior. Con la elección de materiales y la técnica cuidada y personal, consigue manifestar su energía , produciendo en el espectador una satisfacción inmediata. Quizás por cómo combina la visibilidad de la pintura, de su textura, con la sutileza de veladuras y transparencias. Su habilidad se mide a partir de la irrealidad que provoca su obra, generando una estética que nuestros sentidos interpretan, estableciendo un diálogo entre lo que la artista transmite y lo que el espectador percibe.
